Con un escenario totalmente nublado y entre pequeñas gotas de lluvia, tan importantes para el municipio de Hermosillo, el 14 de octubre se llevó a cabo la Ceremonia de la Antorcha del Fuego Nuevo en la plaza Alonso Vidal.

Es evidente que el agua y el fuego mezclados no es fácil su relación. Dependiendo de la proporción, el agua apaga el fuego o el fuego evapora el agua. En esta ocasión, el fuego de los Institutos Tecnológicos, que simboliza la unidad y el espíritu del sistema, logró vencer al agua.

Esta ceremonia inició con el  grupo de danza folclórica Hiakim de CBTIS No. 11 que mostró parte del folclor sonorense.

Como invitados especiales se contó con: Dr. Carlos Alfonso García Ibarra, Director General de  Educación Superior Tecnológica; Lic. Javier Gándara Magaña, Presidente del Municipio de Hermosillo; M. S. Domingo Trujillo Vengas, Director del Instituto Tecnológico de Hermosillo y los directores de los diferentes institutos tecnológicos acompañados por sus esposas.

Tras recorrer algunos de los principales bulevares de la ciudad, el fuego nuevo  en manos de Cinthia Velásquez, integrante del equipo de volibol,  arribó a la plaza y la recibió el Dr. Carlos Alfonso Garcìa Ibarra quien se la cedió al Presidente Municipal para que la colocara en la urna.

En su mensaje, el Dr. Carlos Alfonso García Ibarra explicó el significado y la importancia del fuego y las tradiciones.  Expresó  que “el fuego simboliza la luz que nos guía y que nos da sabiduría para inspirar la paz y la esperanza a través del deporte…” . Dirigiéndose a los estudiantes dijo: “No hay limites, jóvenes estudiantes,  sino retos y grandes satisfacciones”.

El Presidente Municipal agradeció el haber seleccionado Hermosillo para realizar este evento y, a la vez, dio la bienvenida a todas las personas que participarán.

Parte importante de esta ceremonia del fuego nuevo, es la muestra de las tradiciones y costumbres del estado sede del evento nacional deportivo.  En esta ocasión, el  grupo de danza folclórica Hiakim realizó una ceremonia yaqui, muestra de cómo ha perdurado lo prehispánico en la cultura de los sonorenses, en donde el pasado se inmortaliza en el presente.

Para finalizar el evento, el tenor Alan Álvarez Salvatierra interpretó tres piezas musicales; la primera de ellas, O sole mio, fue en honor a la ciudad sede, Hermosillo, Sonora, la ciudad del sol.